Guía e instrucción profundas
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Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. Juan 14:26.
Crecí como anglicano, y desde mi adolescencia leí la Biblia, pero solo los salmos y los cuatro evangelios. Sin embargo, en mi juventud desarrollé el deseo de leer más allá de los evangelios; así que leí el todo el Nuevo Testamento. Mientras leía, comencé un estudio bíblico mediante el programa radial La Voz de la Profecía. Un día, me invitaron a asistir a una campaña evangelística que comenzaba poco después. Justo antes de empezar la campaña, mi tío trajo a casa un libro grande llamado El Deseado de todas las gentes. En ese momento no sabía nada acerca de la autora del libro, pero sentí la presencia del Espíritu Santo mientras leía el libro de tapa a tapa en tan solo 10 días. Cumplí 19 años en esos días, y pasé mi cumpleaños en la campaña evangelística. Parecía que Dios me había traído la comida espiritual que necesitaba en el momento adecuado. Fui bautizado tres meses después del final de la campaña.
Poco después de haberme unido a la Iglesia Adventista, un hombre que trabajaba en la librería adventista de dio un ejemplar del libro El conflicto de los siglos. Me sumergí en él y descubrí que era tan fascinante como El Deseado de todas las gentes. Cuando llegué a los capítulos que hablan del santuario y el juicio investigador me detuve varias veces para derramar lágrimas. al darme cuenta de la santidad de Dios, sus altos estándares, y mi propio estado. Leí El conflicto de los siglos de tapa a tapa en dos semanas.
Con la maravillosa información adicional de estos libros crecí y me afirmé en la fe adventista. Desde entonces he servido en diferentes actividades en mi iglesia local, incluyendo la que considero la responsabilidad más noble, como anciano. Tuve el privilegio de colportar por un tiempo, y planeo entrar a este maravilloso ministerio de nuevo, porque es un medio muy poderoso de evangelismo personal. También estoy profundamente comprometido con el tesoro espiritual que tenemos en los escritos del espíritu de profecía. Qué gran regalo nos ha hecho Dios mediante Elena de White. ya que fueron sus escritos los que me guiaron a la Biblia y a caminar más cerca de Jesús.
Frank Williams. Trinidad y Tobago
Tomado de: Meditaciones Matinales para Colportores 2015
Encuentros con la gracia de Dios
