El ronquido

Matinal Para Menores 2015 Para el: 17 julio

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Experimenta: Si hay alguien que no te deja dormir porque ronca, podrías decirle que corre el riesgo de despertar con cansancio, o hasta morir repentinamente, por falta constante de oxígeno en su cerebro.

En cuanto Carlos puso la cabeza en la almohada se durmió. A los pocos minutos, un ruido ensordecedor lo despertó. Era Ronaldo que roncaba.

¡No podía ser! Carlos necesitaba dormir. Había conducido durante todo el día y al otro día continuarían el viaje, hasta llegar adonde sería su boda con la mujer de sus sueños. Pero ahora tenía un inconveniente: ¡No podía dormir! Cada vez que Ronaldo respiraba parecía acumular aire y fuerzas para su siguiente ronquido, para luego quedarse sin respirar durante varios segundos y continuar.

Carlos se levantó, tocó a su amigo en el hombro y le dijo:

– Ronaldo, estás roncando.

Ronaldo respondió con un «¿Eh? ¡Ah, sí!. Se dio la vuelta… y siguió roncando.

Esa noche Carlos tuvo mucho tiempo para orar por su futuro y su esposa porque no pudo dormir, y eso que Ronaldo no roncaba como el sueco Kare Walkert, a 93 decibeles, lo que equivale a un camión de carga. ¡Fue récord Guinness!

La mitad de las personas en el mundo ronca y algunas hasta dejan de respirar varios segundos entre ronquido y ronquido. Por supuesto que no es lo mejor. Algo obstruye la vía por donde el aire entra y sale, por eso se escucha el ronquido.

Cada respiración mientras duermes es prueba de que Dios existe y está pendiente de ti. Cada ronquido es un motivo para recordar que hay muchas cosas que obstruyen nuestra relación de amistad con Jesús. Si nada haces por quitarlas, puede causar problemas muy graves después.

Cuida el aliento de vida en tu nariz, Si te has alejado de Jesús, debes dejar que te examine él mismo. No dejes que nada te impida descansar; ni tampoco dejes que alguna situación te impida tener una relación de amistad con Jesús.