Dulce Refugio (Parte 2)
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Porque el Señor tu Dios está en medio de ti… Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrara por ti con cantos como en los días de fiesta. (Sofonías 3: 17, NIV.)
Mientras dormí en el escalón soñé que una mujer se me acercaba, me tomaba del brazo, y me decía que me levantara porque alguien podía venir, llevarse mi mochila, y lastimarme. De repente, me desperté y vi a esa mujer enfrente de mí. Me preguntó: «¿Has comido algo hoy?» Le dije que no con un nudo en la garganta y lágrimas en mis ojos. Ella, entonces, me invitó a su casa y me dijo que tenía un gran plato de sopa para que comiera.
Yo no estaba acostumbrada a comer tanto. Le pedí a la mujer que me acompañara en una oración de agradecimiento y tomé toda la sopa y un delicioso postre de bananas. Después de comer le agradecí a la mujer por su generosidad y me fui, agradeciéndole también a Dios por protegerme y proveerme comida. Mis energías se habían renovado, y seguí colportando, cantando, y recordando las increíbles promesas de Dios.
Fui a una casa y toqué la puerta. Como nadie contestó decidí irme. En ese momento, un joven de mi edad atendió la puerta. No sabía qué decir, porque solamente tenía libros sobre familia y algunas revistas de salud. Pensé que nada de lo que tenía le interesaría. Hice una presentación simple, sin esperar que comprara nada. Pero para mi sorpresa, preguntó el precio y me dijo que esperara mientras buscaba el dinero. Entró a su casa, y yo quedé esperando, asombrada por esta venta tan rápida. Antes de irme, oré con él. Me fui feliz porque ahora tenía dinero para volver a la casa sin tener que caminar.
El resto de la campaña fue buena porque sabía que mi Padre celestial estaba conmigo, cuidándome y proveyendo para todas mis necesidades. Dios siempre esta con sus hijos colportores; nunca nos dejará solos. Incluso cuando pensamos que estamos solos, él nos escucha, nos ayuda, y provee para nuestras más íntimas necesidades. Él es nuestro “dulce refugio».
Sarah C. Valeriano. Bolivia
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
