Matinal Para Colportores Para el: 27 julio
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Predica la palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. (2 Timoteo 4:2, NVI)
Este consejo de Pablo para Timoteo es apropiado para cada colportor. Aquí comparto algunas lecciones que he aprendido con el paso de los años.
Con otros compañeros colportores en la región de Zhitomir, acampábamos en las orillas del rio Ubort cada noche, y nos dirigíamos a los diferentes pueblitos cercanos para colportar durante el día. En un pueblo vimos a dos jovencitos de unos quince o dieciséis años. Hablamos con ellos acerca de los peligros que enfrenta la juventud en el mundo y cómo los valores morales son de gran importancia. Uno de los jóvenes compró Amor inteligente de Nancy Van Pelt. Primera lección: Los jóvenes comprarán nuestros libros.
En un pueblo en la región de Vinnitsa llegué a la casa de un sacerdote ortodoxo. No tenía mucha experiencia en ventas, y no estaba seguro de qué decir; así que comencé diciendo que estaba vendiendo libros religiosos, El miró los libros y separó y Patriarcas y profetas. Cuando vio El misterio del número 666 revelado preguntó: «¿Está completamente revelado?» Cuando le asegure que sí, compró ambos libros, Segunda lección: Incluso los sacerdotes ortodoxos compran nuestros libros.
También en Vinnitsa un grupo de colportores estaban vendiendo libros una tarde de otoño. Habíamos terminado nuestro trabajo y estábamos listos para irnos, pero el conductor del colectivo notó una casa apartada a la distancia y preguntó si alguien había ido allí. Nadie sabía y nadie se ofreció. Teníamos frio, el viento soplaba fuerte, y había comenzado a nevar. Decidí ir, y camine bajo la nieve con mi mochila de libros. Las personas estaban sorprendidas de verme, porque muy pocas veces recibían visitas. Hablamos durante diez minutos, y compraron un ejemplar de la Biblia y de El conflicto de los siglos. Tercera lección: No se debe saltear ninguna casa.
Un verano llegué a la casa de una mujer de unos 40 años. Luego de hacer mi presentación, la mujer dijo que quería la Biblia y El conflicto de los siglos. Pero como no tenía muchos recursos tenía que elegir uno de los dos. Ya que la Biblia se puede encontrar en cualquier iglesia cristiana, pensé que debería comprar El conflicto de los siglos. La mujer fue a hablar con su hija, quien vivía en la casa de enfrente. La hija le dijo: “Compra ambos. Mientras tú lees uno de los libros, yo leeré el otro, y después cambiamos». Cuarta lección: La Biblia y El conflicto de los siglos van juntos.
Pavel Shten, Ucrania
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
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