¿A escondidas?

Matinal Para Menores 2015 Para el: 30 julio

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Experimenta: ¿Has hecho algo a escondidas?

Jorge buscó la caja de herramientas. Necesitaba reparar el pequeño auto de colección que su papá tenía en su escritorio. Había jugado ahí a escondidas y accidentalmente lo dejó caer al suelo. Una de las puertas se desprendió completamente.

Encontró pegamento y recordó inmediatamente el anuncio televisivo que resaltaba su calidad. Pensó que haría un milagro con la puerta rota y así su padre no tendría que enterarse; al menos, no pensaba decírselo. «Esto es lo que necesito. Aunque es un tubo muy pequeño, espero que me alcance para reparar el auto», dijo para sí.

Jorge no sabía que se necesitaban unas cuantas gotas del pegamento para reparar la puerta, así que presionó mucho el pequeño tubo y un gran chorro de pegamento salió, salpicó el cofre del auto… y el escritorio del papá. Asustado y desesperado limpió lo que pudo con su mano. Pronto sintió que su piel se estiraba y ardía; apretó la mano y provocó que la piel se le pegara. ¡Ahora sí estaba en problemas! Tuvo que gritar: «¡Mamá, mi mano!»

Ambos lucharon durante una hora, buscando la manera de abrir la mano de Jorge. Terminaron en el hospital. La enfermera examinó a Jorge, le hizo remojar en agua caliente la mano y después le aplicó petrolato. Esperaron un buen rato antes de que pudiera abrir poco a poco la mano, que quedó marcada debido a las quemaduras que le causó el pegamento.

Sucedió todo lo contrario de lo que Jorge esperaba porque, en cuanto su padre entró, lo vio con la mano cubierta con pomada para quemaduras. Por supuesto, quiso saber qué había pasado.

El rey David hizo algo muy malo, supuestamente a escondidas. Entérate, con el versículo de hoy, lo que Dios le mandó a decir. Es peligroso pensar que nadie se dará cuenta porque Dios ya sabe lo que hiciste. Solamente falta que alguien más se entere.