¿Tatuajes? ¿Para qué?
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Experimenta: ¿Has tenido la intención de hacerte un tatuaje? ¿Ya pensaste para qué?
La idea de tatuarse es muy arriesgada. Hay quienes se tatúan para hacer un pacto de «amor eterno» con alguien. Cuando el tiempo pasa y se enamoran de otra persona, no saben cómo quitarse el tatuaje.
Un grupo de jóvenes cristianos estudiantes de la Universidad de Montemorelos realizó un cortometraje para un rally. Entre los voluntarios que ayudaron en la grabación se encontraba un joven al que apodaban «Checo». No era adventista pero al convivir aquel fin de semana con los jóvenes universitarios, percibió en ellos algo diferente: la presencia de Cristo en sus vidas. Tanto lo asombró que el último día reunió al grupo y le dijo que se haría un tatuaje en el pecho que diría: «Soy adventista de corazón».
Aunque la frase suena muy especial, ¿de qué serviría a Checo tatuársela en el pecho si no ha entregado su vida a Jesús? Deseo que la semilla que esos jóvenes universitarios plantaron en el corazón del muchacho crezca tanto que sienta la necesidad de entregar a Cristo su corazón y su vida por completo, no solamente su piel. ¿Para qué?
Jesús no necesita que lo tatuemos con tinta sobre nuestra piel y la dañemos. La sociedad se llevaría la impresión de que no somos confiables. Cristo necesita el corazón de Checo, y también el nuestro, para escribir la historia de la salvación; la cual no cabe en un cartucho de tinta para tatuajes.
¿Darás a Cristo Jesús tu corazón ahora mismo? ¿Para qué? Para que ahí escriba la historia de amor que lo motivó a dar su vida por ti en la cruz. Los demás notarán lo que ha hecho en tu vida. ¡Eso es poder!
«Ama al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en la mente todas las cosas que hoy te ha dicho» (Deuteronomio 6:5,6)
Tomado de:
Lecturas Devocionales para Menores 2015
“Ciencia divertida para cada día”
Por: Yaqueline Tello Ayala
