Matinal Para Damas 2015 Para el: 06 junio
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
Dios siempre está listo para dirigirnos, amarnos, cuidarnos y bendecirnos. Él espera la oportunidad de obrar en nosotros y en nuestro favor. El enemigo siembra dudas y coloca obstáculos en el camino, para que tropecemos y cuestionemos el amor de Dios.
Tras una semana de muchos desafíos y pruebas, hoy amanecí con un texto bíblico en mente que me ayudó a concentrarme en las cosas de Dios. Cuando pasamos por dificultades, muchas veces somos absorbidas por los problemas, los desafíos, los sinsabores y, automáticamente, nos desanimamos. ¿Por qué? Por nuestra incapacidad humana de lidiar con las pruebas, por nuestras inherentes limitaciones y flaquezas. Esto es exactamente lo que quiere el enemigo. Entonces aprovecha para llenar de dudas nuestra mente, y antes de darnos cuenta caemos derrotadas. Esto nos lleva muchas veces a tomar decisiones que luego lamentamos; decisiones que pueden afectar nuestra relación con el único que nos puede ayudar, Cristo Jesús.
Dios, conociendo el fin desde el principio, sabía que tendríamos suficientes desafíos y razones para desalentarnos en nuestra jornada diaria, y nos da un consejo que nos asegura la victoria en Cristo. Su consejo sabio, que se encuentra en Hebreos 12:2, garantiza nuestra victoria sobre la duda, la tentación, el desánimo y la depresión. El Señor nos recuerda dónde fijar nuestra mirada, quién debe guiarnos: Cristo, el autor y originador de la fe, quien la consuma y la hace realidad.
Independientemente de si estás teniendo un día fácil o difícil, recuerda que si ponemos nuestra vista en los demás, en los dirigentes religiosos, en nuestras amistades, en familiares, vecinos, o en cualquier persona, seremos defraudadas, porque ellos son tan humanos y tienen tantas necesidades espirituales como tú y yo. Están tan necesitados de la gracia divina como tú y yo. Por eso la invitación del Señor es: “Fija tus ojos en Cristo, tu único Salvador”.
Si nos acostumbramos a mirar a Cristo, nuestros ojos se tornarán instintivamente a él en los momentos difíciles, como lo hace el girasol en búsqueda de los rayos de luz. Hoy, querida hermana, fija tus ojos en Cristo.
Rhodi Alers de López.
Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2015
“Jardines del Alma”
Por: Diane de Aguirre
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