Tu Biblia dice: «Rey Agripa, para mí es un privilegio presentarme hoy ante usted» (Hechos 26: 2).
MAMÁ, estoy muy contenta porque le dije la verdad a mi amiga Rebeca -comentó Giara.
—Siempre debemos decir la verdad —respondió la mamá—, eso es lo correcto, aunque a veces tenga consecuencias.
Eso me recuerda al apóstol Pablo. Lo habían acusado de algo que no había hecho. En realidad buscaban algo de lo que acusarlo, porque no les gustaba que Pablo predicara sobre Jesús.
Cuando estuvo ante el rey Agripa fue muy valiente, dijo la verdad.
Se defendió de sus acusadores.
—¿Lo acusaron para dañarlo? —preguntó Giara.
-Sí, lo llevaron a la cárcel y querían hacerle daño -dijo la mamá—, pero Pablo pidió que lo llevaran ante el emperador, que era el gobernante más importante de ese entonces. Primero habló con el rey Agripa; el apóstol se sintió muy feliz de poder hablar sobre Jesús delante del rey.
¿Eres feliz cuando dices la verdad? Pide a Jesús que te ayude a nunca decir mentiras.
Di siempre la verdad.
Lecturas devocionales para los más pequeños 2015 “Eres de Jesús” Por: Noemí Gil Gálvez