Ejercicio de Calentamiento
“Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles» (Mateo 26:41).
Experimenta:¿Has visto una musaraña de cerca?
La musaraña es un animalito que puede ser tan grande como un ratón… o tan pequeño como uno de nuestros dedos. Aunque se parece a los ratones, es más bien un mamífero, pariente cercano de los topos y los erizos.
Las musarañas son animales muy activos. Su variado comportamiento ha llamado la atención de los científicos, especialmente su habilidad como uno de los mejores buceadores de aguas heladas. ¿Cómo hacen para sumergirse en las aguas frías y capturar sus presas sin morir congeladas?
Las musarañas hacen «ejercicios de precalentamiento» antes de zambullirse: agitan su cuerpo lo más rápido que pueden, tiemblan y usan la grasa acumulada en sus pequeños cuerpos, logrando que su temperatura corporal aumente a 1,5° C. Cuando lo consiguen, se sumergen en el agua helada durante períodos cortos de tiempo en busca de comida. Por cierto, una musaraña debe comer, al menos, el equivalente de su peso cada día si desea sobrevivir. Para lograrlo, debe hacer ejercicios de calentamiento muchas veces antes de sumergirse las veces que necesite para alimentarse.
Es una excelente idea que Dios puso en el instinto de las musarañas. La oración es, para nosotros, como esos ejercicios de calentamiento indispensables para soportar lo que sea y, al final del día, sobrevivir dignamente. Cuando haces de la oración un ejercicio de «calentamiento espiritual» cada mañana antes de lanzarte fuera de la cama, las pruebas de fuego ni las de hielo podrán derrotarte.
Son débiles quienes no oran al Dios de los cielos y la tierra. Les afectan el frío y el calor; las dificultades normales de cada día los hacen sentirse derrotados y caen ante cada tentación.
Toda oración que elevas a Dios cuando hablas con él como con tu mejor amigo, fortalece tu carácter, te da nuevas fuerzas y hace vivir dignamente. Así que, ¡no te lances al mundo cada mañana si no has orado primero!
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2015
“Ciencia Divertida”
Por: Yaqueline Tello Ayala