[soundcloud id=’199489213′] Experimenta:¿Cómo te gusta más la fruta, verde o bien madura?
Todo depende del lugar donde creces. En ciertos lugares, la gente prefiere las frutas maduras a las verdes; en otros, todo lo contrario. A mí me gustan maduras. ¡Me encantan los mangos acompañados de sal y chile (ají) en polvo! Una de las diferencias entre las frutas maduras y las verdes radica en el sabor.
Las frutas contienen un almidón que se transforma en azúcar (fructosa) durante el proceso de maduración. Cuanto más madura esté la fruta, más dulce la sentirás en la boca. Antes, se creía que las frutas maduras eran más nutritivas, pero se ha descubierto que es mejor consumirlas «en su punto», ni muy madura ni muy verde. Si observamos a los pájaros, nos daremos cuenta de que esperan a que las frutas de los árboles se encuentren en ese punto antes de picotearlas y disfrutarlas.
Si no te gustan las frutas, te recomiendo que hagas el esfuerzo por comerlas. Dentro de los alimentos que consumimos, las frutas son lo mejor. Son benéficas para absolutamente todos los órganos del cuerpo; hasta para la piel si padeces acné, por ejemplo.
Las frutas son el alimento que con seguridad habrá en la Tierra Nueva que Dios prepara para nosotros. Si en este mundo el sabor de las frutas es especial, mi imaginación no alcanza para saber cuántas habrá y a qué sabrán en el cielo. Ya quiero sentarme al lado de Jesús bajo uno de esos árboles que nunca se marchitarán, y disfrutar una fruta con sabor celestial. ¿Y tú?
«En las dos orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas no se caerán nunca, ni dejarán de dar fruto jamás. Cada mes tendrán fruto, porque estarán regados con el agua que sale del templo. Los frutos servirán de alimento y las hojas de medicina» (Ezequiel 47:12)
Tomado de: Lecturas Devocionales para Menores 2015 “Ciencia divertida para cada día” Por: Yaqueline Tello Ayala