[soundcloud id=’195678576′] Experimenta:Toma un limón en tus manos y frótalo un poco. Observa que al hacerlo, la cáscara desprende aceite con un olor especial. Disfruta por un momento el olor que ha quedado en tu mano.
El olor que tiene tu mano se debe a que el aceite de la cáscara de limón contiene una sustancia natural llamada limoneno. Pertenece al grupo que en química se conoce como terpenos.
Dios puso limoneno en los cítricos y los seres humanos lo extraen de las cáscaras para usarlo en una infinidad de productos de uso diario con olor a limón, en nuestras casas: jabón para lavar loza, disolventes de grasas, productos para limpiar el piso, desodorantes, insecticidas, medicinas, caramelos, saborizante de comida y muchas cosas más. Inclusive se ha descubierto que el limoneno reduce el riesgo de padecer cáncer.
Por cierto, si frotaste el limón en tus manos no olvides lavártelas, porque el limoneno puede causar irritación y manchas en la piel, sobre todo si te expones al sol.
¿Qué sería de un limón sin el limoneno? ¿Qué harías con un limón que no huele o sabe a limón? Por supuesto que sería inútil. El limoneno os una de las sustancias que hace especial a un limón.
Lo mismo nos pasa. ¿Qué seríamos, sin el poder de Dios en nuestras vidas? Nada somos sin Dios, porque él da «olor y sabor» a nuestra vida y nuestras acciones. Sin Dios llegamos a ser personas vacías y nuestra vida no tiene sentido.
Dios está dispuesto a dar olor, sabor y sentido a tu vida; nada más tienes que pedirlo. Tu vida no tiene por qué ser triste, aburrida y sin sentido. Ora al Señor en este momento y comienza a disfrutar el beneficio del magnífico poder divino en tu vida. Triunfarás adondequiera que vayas.
«Gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por medio de nosotros da a conocer su mensaje, el cual se esparce por todas partes como un aroma agradable» (2 Corintios 2:14).
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2015 “Ciencia divertida para cada día” Por: Yaqueline Tello Ayala