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Experimenta: Si vivieras en la Luna, ¿cuántos kilos crees que pesarías? ¿Menos o más de los que pesas aquí en la Tierra?
Nuestro peso está relacionado con la fuerza de gravedad que ejerce la Tierra sobre nosotros. Por eso, entre más pesado sea un objeto, será más difícil levantarlo del piso. Entre más liger, más fácil será moverlo. Piensa en una hoja de papel y una piedra. ¿Cuál se movería primero si soplara el viento? Por supuesto, la hoja, porque pesa menos, pero volvería a caer hasta quedar sobre alguna superficie, gracias a su peso ya la fuerza de gravedad.
Si alguien llevar esa misma hoja a la luna, saldría flotando por todos lados porque su peso disminuye al alejarse del centro del planeta Tierra. Al llegar a la Luna, el peso disminuye aproximadamente seis veces. Sí, leíste bien. allí también tú pesarías casi seis veces menos que aquí. Esto es debido a que la Luna tiene solamente una sexta parte de la gravedad de nuestro amado planeta Tierra.
Por esta razón un astronauta puede moverse y caminar con rlativa facilidad sobre la supercidie lunar, vestido con un traje espacial de aproximadamente 130 kilos que si usáramos tú y yo aquií en la Tierra, apenas podríamos arrastrarnos, o quizás ni eso.
¿Algo te preocupa? Cuando pones tus problemas y preocupaciones en las manos de Jesús es como si los llevaras a la Luna, porque en manos de Cristo pesan menos. No es un misterio. Es una promesa que nos hizo por amor y la mejor noticia es que no tienes que pagar un viaje carísimo para ir a dejárselos. Sencillamente ora en tu corazon y dile que ya te cansaste de preocuparte. A él no le gusta que suframos con nuestros «problemones» o «problemillas». Por eso dispuso un lugar entre sus manos donde TODO pesa menos. Pero para lograrlo, ¡tuvo que dejar que se las clavaran en la cruz!
«El yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros» (Mateo 11:30
