Experimenta: ¿Has soñado con vivir en un lugar donde todo esté permitido? ¿Dónde no haya letreros de «prohibido»? ¿Dónde nada te diga lo que NO puedes hacer?
Un sábado muy temprano, Jason pidió su papá permiso para ir a una fiesta en la piscina con sus amigos ese día.
– Jason, sabes que el sábado es día de reposo y está dedicado a adorar a Dios – respondió el padre -. ¿Por qué me pides permiso para hacewr algo que sabes que no está bien?
– Estoy harto de que todo esté prohibido – respondió Jason, dejándose caer en el borde de la cama.
El papá llevó a Jason hacia la ventana. Su perro, Kaiser, un enorme danés, estaba sentado muy cerca de la puerta principal de la casa.
– A Kaiser no le hemos prohibido pasar por entre los alamabres electrificados que rodean nuestra propiedad. Podría interntarlo, si lo deseara. Pero no sería bueno porque sufriría quemaduras graves que podrían causarle hasta la muerte, debido al alto voltaje. Lo intentó un día y terminó en el hospital veterinario.
Abrazó a su hijo y, por último, añadió:
– Hijo, te amo y te diré la verdad. En esta casa todo está permitido. pero hay cosas que no te convienen y por eso no te damos nuestro permiso. Si haces cosas que van en contra de lo que te indicamos, terminarás mal, como Kaiser. Deseo que escuches nuestras recomendaciones.
En este mundo todo está permitido, pero no te conviene. Está permitido tomar alcohol, pero mira qué le pasa a los bebedores. En algunos lugares está permitido drogarse, pero nadie advierte lo que le pasa al cuerpo, ¡y a la vida! Que esté permitido no significa, precisamente, que sea bueno.
Dios no da permisos. Quiere que uses el cerebro y analices si lo que quieres te conviene, si es constructivo para tu vida, si te acercará o alejará de él.
«Se dice: «Uno es libre de hacer lo que quiera». Es cierrto, pero no todo conviene. Sí, uno es libre de hacer lo que quiera, peno no todo edifica la comunidad» (1 Corintios 10:23)
Tomado de:
Lecturas Devocionales
para Menores 2015
“Ciencia divertida
para cada día”
Por: Yaqueline Tello Ayala
