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Tu Biblia dice: «Moisés clamó al Señor, y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moisés al agua, y al instante el agua se volvió dulce» (Éxodo 15: 25).
DIOS PROPORCIONÓ AGUA AL PUEBLO DE ISRAEL mientras caminó por el desierto —comenzó a recordar el papá— En otra ocasión, unos días después de que los israelitas habían salido de Egipto y cruzado el mar Rojo, tuvieron sed. Llevaban tres días caminando cuando finalmente encontraron agua. Me imagino que corrieron rápido para beber, pero se desilusionaron, ¡El agua tenía un sabor amargo! En lugar de orar y pedir ayuda a Dios, fueron a quejarse con Moisés. Para Dios no era difícil transformar el agua, así que Moisés oró. El Señor le mostró un trozo de madera que había por ahí. Moisés lo echó al agua y al instante dejó de estar amarga.
— ¡Qué bueno es Jesús, contesta nuestras oraciones! —exclamó emocionado Rafa.
—Es cierto —dijo el papá—, a veces nos dice sí, otras no, y en otras ocasiones nos da otra respuesta.
¿Te gusta orar? Es un buen hábito. Ora a Jesús y todo será mucho mejor para ti.
Actividad: Acompañe a su niño(a) a visitar y orar por algún vecino o vecina que tenga un problema.
Acude a Jesús en oración. Siempre te ayudará.
Lecturas devocionales para los más pequeños 2015
«Eres de Jesús»
Por: Noemí Gil Gálvez