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Tu Biblia dice: «Aséstale un golpe a la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo» (Éxodo 17: 6).
CUANDO EL PUEBLO DE ISRAEL andaba por el desierto, a veces le faltaba agua -comenzó a narrar el papá-. Por cierto, cada vez que eso pasaba se enojaba con Moisés. En cierta ocasión Moisés ya estaba harto de los reclamos del pueblo. Luego Dios le dijo que se acercara a una roca cercana y que le hablara para que saliera agua. Pero Moisés estaba tan molesto que en vez de hablarle la golpeó dos veces. Brotó agua y todos los israelitas pudieron beber en abundancia y también los animales. Sin embargo, Moisés y su hermano Aarón habían desobedecido a Dios. Les dijo que no podrían entrar a la Tierra Prometida.
—Por culpa del pueblo Moisés y Aarón no entraron a Canaán, ¿verdad? —preguntó Giara.
—No debemos echar la culpa de nuestras acciones a otras personas —respondió el papá— Debemos obedecer sin molestarnos. Tú también obedece a Jesús en todo momento.
Materiales: Cuaderno de trabajo y lápiz.
Actividad: Ayude a su niño(a) a dibujar el rostro de una niña y un niño enojados, y otros sonrientes.
Pide a Jesús que te ayude a no enojarte.
Lecturas devocionales para los más pequeños 2015
«Eres de Jesús»
Por: Noemí Gil Gálvez