LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:Santiago 5:7-12; Romanos 13:11; 1 Corintios 3:13; Lucas 7:39-50; Colosenses 4:6.
PARA MEMORIZAR:
“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” (Sant. 5:8).
EN LA ANTIGÜEDAD (COMO OCURRE TODAVÍA HOY), muchas actividades precedían la visita de un dignatario. Se limpiaban las calles y las vitrinas de los negocios, se plantaban flores, y aumentaba la prevención de los delitos. Se hacía todo esfuerzo para que el lugar luciera perfecto para el visitante.
La palabra griega parousía, que se usa en el Nuevo Testamento para la “venida” de Cristo, así como en Santiago 5:7 y 8, es una expresión técnica para la llegada de un dignatario. Si esos preparativos precedían la visita de gobernantes terrenales, ¿no debemos velar a fin de que nuestros corazones estén listos para la venida del Señor?
Pero ¿cómo hacemos esa preparación cuando no sabemos “el día ni la hora” (Mat. 24:36)? ¿Qué significa ser “paciente” y “afirmar” nuestros corazones? ¿Cómo se relaciona esto con la idea de la “lluvia temprana y la tardía” (Sant. 5:7)? Aunque el contexto parece ser el fin del tiempo, el mensaje básico es relevante para los creyentes de cualquier época. En nuestra vida, afrontamos pruebas y sufrimiento que nos llaman a estar firmes en la fe, como los profetas de antaño.
Lección de Escuela Sabática Adventista para Adultos
4to trimestre 2014 “La epístola de Santiago”
Lecc. 11 Preparación para la siega