Ama a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22: 39).
Te propongo hoy hacer siete cosas, a ver qué te parece.
- Vuelve a leer el texto bíblico, poniendo el énfasis en las últimas cuatro palabras: »Como a ti mismo». ¿Quién te está diciendo que ames a los demás como te amas a ti mismo? Jesús. Con eso lo que te está diciendo es que eres una persona muy valiosa, por la que él murió en el Calvario. Quiérete.
- Admite que eres un diseño original, hecho a la imagen de Dios. En voz alta repite las siguientes palabras: »Nada ni nadie me puede hacer sentir inferior sin mi consentimiento. Dios tiene un plan para mi vida». Jesús sabía que debes ser capaz de amarte y aceptarte antes de tener el valor de amar a otros. Necesitas quererte a ti mismo para que puedas ser capaz de querer a los demás como Jesús te pide.
- Haz una lista de cinco cosas que te gustan de ti. Comparte esa lista con tu familia. ¿Qué pasos puedes seguir para fortalecer esos cinco rasgos?
- Ahora haz una lista de cinco cosas que te gustaría cambiar en ti. Comparte esa lista con tu familia. ¿Qué pasos puedes seguir para eliminar esos cinco rasgos negativos de tu personalidad, o al menos tenerlos más controlados? Si hay cosas que no puedes cambiar, ¿cómo puedes aprender no solamente a aceptarlas, sino a transformarlas en bendiciones?
- Haz una lista de cinco rasgos de carácter que te gustaría tener (por ejemplo: ser más amable, más feliz, más sincero). Descubre qué dice la Biblia acerca de estos rasgos de carácter.
- Ora. Muéstrale a Jesús las listas que hiciste. Pídele que te muestre cómo puedes usar todos tus rasgos de carácter para ayudar a alguien en el día de hoy.
- Hoy haz algo por alguien sin que te lo pidan, y después no le digas a nadie lo que has hecho. Cuéntale a Dios cómo te sentiste al ayudar a otra persona. Agradécele por mostrarte cómo obedecer su ley de amor en este día.
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2014
“En la cima”
Por: Kay D. Rizzo
