Palabras sucias

jueves 16 octubre, 20144 Vistas

«Por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable. (Mateo 12: 37).

El pobre Noah Webster nunca imaginó la cantidad y el tipo de palabras que algún día serían agregadas a su diccionario. Para bien o para mal hoy es el cumpleaños de Noah Webster, el creador del famoso diccionario inglés. Hoy voy a enseñarte algunas palabras que Noah nunca llegó a escuchar, ver, ni pronunciar en su vida. El no conocía estas palabras porque no existían en sus días.
Aquí van, ¿listo? «Desecho nuclear», «ozono», «dioxina», «lluvia ácida», «efecto invernadero», «derrame de petróleo»… Estas palabras se refieren a desastres que nosotros, los humanos, hemos creado en el planeta Tierra por no respetar la regla que dice: recoge lo que has tirado.
¿Alguna vez has oído decir «para qué preocuparme por levantarlo, si de todos modos alguien va a tirar otra cosa en los próximos minutos»? O «¿para qué limpiar mi habitación, si va volver a estar desordenada?» ¿Te parece que tiene sentido? Si estás de acuerdo, entonces formas parte del problema ambiental de la tierra, y no de la solución.
«¡Oye! ¡Eso no es justo! —puedes decir—. Tengo solo once años y todavía no llevo aquí tiempo suficiente para que me culpen de los problemas de la Tierra». En parte tienes razón. Nadie te puede culpar por el accidente nuclear de Chernobyl, en Rusia. Por otro lado, te estás convirtiendo en la persona que vas a llegar a ser. ¿Esto sí tiene sentido? Eres responsable desde este momento de cómo utilizas los recursos. Como dijo alguien: «No heredamos los recursos de la Tierra de nuestros padres y abuelos; los tomamos prestados de nuestros hijos y nietos».
Interesante lo que dice nuestro texto de hoy: «Tus palabras serán usadas para juzgarte». «Aire», «luz solar», «lluvia», «tierra fértil» y «aguas azules» son más que simplemente palabras. Son regalos de Dios que valen mucho más que riquezas, talento o personalidad. Tú y yo somos responsables por esos regalos; ¿cómo los usamos?