LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Santiago 2:1-13; Marcos 2:16 ; Levítico 19:17, 18; Romanos 13:8-10; Juan 12:48.
PARA MEMORIZAR:
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio” (Sant. 2:13).
CONOCEMOS BIEN LA HISTORIA, pero ¿cuán bien ha penetrado en ti?
Un sacerdote, y luego un levita, yendo de Jerusalén a Jericó, encontraron en el camino a un hombre medio muerto. Aunque ambos habían cumplido sus deberes religiosos, ninguno vinculó esos deberes con una obligación hacia el herido, así que siguieron su camino. Finalmente, un samaritano, medio pagano, pasó por allí, se apiadó del hombre, vendó sus heridas, y pagó por su estadía en una posada donde se pudiera recuperar. Además, prometió pagar todo lo que el hombre necesitara (ver Luc. 10:30-37).
Jesús así respondió la pregunta de un intérprete de la Ley acerca de la vida eterna. En lugar de decirle: “¡Esfuérzate más!”, Jesús pintó un cuadro de amor en acción. Es decir, debemos amar aun en circunstancias peligrosas o desagradables, y hasta a aquellos que no nos gustan.
Aunque no es fácil, y a veces va contra nuestra naturaleza, el verdadero amor conlleva riesgos e implica derribar las barreras que nos separan como personas, fuera de la iglesia y en ella. Veremos lo que Santiago tiene para decir acerca de este tema vital.
Lección de Escuela Sabática Adventista para Adultos
4to trimestre 2014 “La epístola de Santiago”
Lecc. 5 El amor y la ley