Más luz:
«Miller aseveró: «En todas mis labores nunca abrigué el deseo ni el pensamiento de fomentar interés distinto de las denominaciones existentes, ni de favorecer a una a expesas de otra. Pensé en ser útil a todas. Suponiendo que todos los cristianos se regocijarían en la perspectiva de la venida de Cristo, y que aquellos que no pudiesen ver las cosas como yo no dejarían por eso de amar a los que aceptasen esta doctrina, no me figuré que habría jamás necesidad de tener reuniones distintas. Mi único objeto era el deseo de convertir almas a Dios, de anunciar al mundo el juicio venidero e inducir a mis semejantes a que hiciesen la preparación de corazón que les permitirá ir en paz al encuentro de su Dios»» (El conflicto de los siglos, cap. 22, pp. 373, 374)
Las palabras que acabas de leer fueron pronunciadas por William Miller, un bautista que a mediados del siglo XIX viajó por diversas partes de los Estados Unidos predicando la segunda venida de Cristo. Su predicación fue bendecida por Dios de tal manera que muchas, muchas personas llegaron a creer en Cristo, y no solamente en Estados Unidos.
Miller lanzó un clamor de advertencia diciendo que Jesús regresaría pronto. Algunos de sus seguidores establecieron la fecha precisa para el regreso de Jesús: el 22 de octubre de 1844. Lo triste es que estaban equivocados. Una vez pasó ese día, muchos que habían sido llevados a Cristo regresaron a su vida pasada, rechazando la advertencia del juicio próximo de Dios sobre esta tierra.
Si en el presente surgiera un nuevo William Miller, ¿creería el mundo que Jesús está próximo a venir? Explica tu respuesta
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Plan de lectura para esta semana*
El conflicto de los siglos caps. 22, 23
Apocalipsis 14: 6-8, Mateo 25: 1-13
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
3er Trimestre 2014
Lecc. 11 La advertencia final