Piensa en los personajes de la Biblia o de tu propia vida que descartan obstinadamente la existencia de Dios y de su mensaje revelado en la Biblia porque la detestan o por simple apatía. El Salmo 14:1 afirma: «Dice el necio en su corazón: «No hay Dios»». (RV95). Pero Elías dijo al pueblo reunido sobre el Monte Carmelo: «¿Hasta cuando van a continuar ustedes con este doble juego? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo a él, y si Baal lo es, a él deberán seguirlo» (1 Reyes 18: 21). ¿Qué dices tú al respecto?
Plan de lectura para esta semana*
El conflicto de los siglos cap. 16.
Apocalipsis 11: 1-14
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
3er Trimestre 2014
Lecc. 8 ¡Quiero un testigo! (¡O mejor dos!)