Reflexionar y hablarles a los demás sobre la venida del Señor fortalece nuestra conciencia y expectativa de ese acontecimiento. Cada vez que ores, dedica unos minutos a hablar con Dios sobre su regreso y fíjate de qué manera esto influye sobre tu visión general de ese día. Al interactuar con tus amigos, conversa con ellos de la segunda venida de una manera esperanzada y positiva, y nota cómo esto afecta las cosas que valoras durante todo el día.
Plan de lectura para esta semana*
El conflicto de los siglos cap. 16.
Apocalipsis 11: 1-14
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
3er Trimestre 2014
Lecc. 8 ¡Quiero un testigo! (¡O mejor dos!)