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Matinal Para Adultos 2014

La misión europea de Czechowski

Como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20:21.

En pocas palabras, M. B. Czechowski era un adventista interesante. Después de conseguir que lo apadrinara un grupo de adventistas del primer día, navegó hasta Italia, donde predicó las doctrinas adventistas sabatarias. Su fecha de partida fue el 14 de mayo de 1864, diez años antes de que los adventistas del séptimo día enviaran a su primer misionero al extranjero.

Durante catorce meses trabajó en las aldeas valdenses de los Alpes italianos. Allí, bautizó a varios creyentes y formó el primer grupo adventista sabatario fuera de los Estados Unidos.

Pero, una oposición abrumadora finalmente lo obligó, en 1865, a trasladarse a Suiza, donde hacía visitas de casa en casa, predicaba en las salas públicas, imprimía y vendía folletos, y publicaba una revista titulada L’Evangile Eternal [El evangelio eterno]. Cuando partió de Suiza, en 1868, dejó tras de sí a unos cuarenta creyentes bautizados, que se congregaban en varios grupos.

Como no sabían exactamente lo que estaba enseñando, pero suponían que había sido “expulsado” por los adventistas del séptimo día, sus padrinos adventistas del primer día ensalzaban sus virtudes y continuaban recaudando dinero para él, “diciendo a una voz: Ve, y Dios esté contigo”.

Y él salió a predicar el mensaje sabatario en Rumania, Hungría y en otras partes de Europa. Al momento de morir en Austria, en 1876, había sentado las bases para la futura actividad adventista del séptimo día en la mayor parte de la Europa oriental y meridional.

A fines de 1869, la Iglesia Adventista del Séptimo Día había descubierto la naturaleza de su misión europea y vislumbró la providencia de Dios en lo que Czechowski había hecho. En el Congreso de la Asociación General de 1870, los dirigentes de la iglesia reconocieron específicamente la mano de Dios en su misión. “Como consecuencia de nuestros temores para confiar dinero al hermano Czechowski, y de nuestra falta de interés en aconsejarlo con paciencia en cuanto a su uso apropiado, Dios usó a nuestros rivales resueltos para llevar adelante la obra […]. Reconocemos la mano de Dios en esto”.

Como veremos en los próximos días, la misión de Czechowski daría lugar a que directamente enviaran a J. N. Andrews, el primer misionero adventista del séptimo día “oficial”, en 1874.

En forma gradual y a regañadientes, el pueblo adventista del séptimo día fue tomando conciencia de la magnitud de su misión. Pero, no parecía estar muy apurado.

Tomado de: Lecturas devocionales para Adultos 2014
“A menos que Olvidemos”
Por: George R. Knight

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