Más luz:
«El temor del Señor moraba en el corazón de Lutero y lo habilitó para mantenerse firme en sus propósitos y siempre humilde delante de Dios. Permanentemente dominado por la convicción de que dependía del auxilio divino, comenzaba cada día con oración y elevaba constantemente su corazón a Dios para pedirle su dirección y su auxiliio. «Orar bien -decía él con frecuencia- es la mejor mitad del estudio»» (El conflicto de los siglos, cap.7, p.115).
Compara y contrasta la declaración de Elena G. de White en la sección Más luz de la lección de esta semana con esta cita:
«El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe» (Habacuc 2:4).
Plan de lectura para esta semana*
El conflicto de los siglos caps. 7 y 8.
Romanos 1-3; Juan 15: 19, 20
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
3er Trimestre 2014
Lecc. 4 Una fe renombrada