domingo , 20 abril 2025
Inicio Matinal Para Menores 2014 El misterio de la piedra
Matinal Para Menores 2014

El misterio de la piedra

[soundcloud id=’160053353′]

«Se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él» (Juan 20: 31).

En el año 1799, en la ciudad de Rosetta, Egipto, un grupo de soldados fran­ceses encontró por casualidad una piedra con varias inscripciones. Una de las inscripciones estaba en griego, y las otras dos en antiguos lenguajes egipcios: en jeroglíficos y en caracteres demóticos. Los tres textos parecían decir lo mismo. La piedra fue llevada a lingüistas para que la descifraran. No tuvieron proble­mas con la inscripción en griego, pero no pudieron descifrar el código de los dos mensajes egipcios.

En 1818, Jean François Champollion, un francés de veintiocho años, descu­brió que en los jeroglíficos egipcios algunas de las figuras representaban soni­dos. A Champollion le tomó más de cuatro años descifrar del todo el mis­terio de aquella piedra que había desconcertado a los eruditos durante tanto tiempo. Aquel descubrimiento fue la clave que permitió a los estudiosos interpretar otros antiguos manuscritos y descubrir cómo la historia del An­tiguo Testamento se relaciona con algunos acontecimientos de la época.

Otro descubrimiento que confirma la validez de la Biblia ocurrió no a tra­vés del esfuerzo de un hombre, sino por casualidad, si es que existen las ca­sualidades. Un día, un joven pastor de ovejas cuidaba del rebaño de su padre cerca del Mar Muerto cuando uno de los corderitos entró a una cueva. Cuando el chico descubrió que faltaba un corderillo, salió a buscarlo y lo en­contró en la entrada de una cueva que no había visto antes.

Sintió curiosidad por saber cuán profunda era la cueva, por lo que lanzó varias piedras a aquella oscuridad. De repente, escuchó el chasquido de algo que se rompía. Eran unas antiguas tinajas de barro que tenían dentro viejos pergaminos: antiguas copias de las Sagradas Escrituras. Esos pergaminos fueron luego conocidos como los «manuscritos del Mar Muerto» y contribu­yeron a establecer la autenticidad del texto que constituye nuestra Biblia.

Confío en Dios, y estoy segura de que ninguno de esos grandes descu­brimientos fue casualidad. En su sabiduría y en el momento adecuado, Dios provee lo que su pueblo necesita para creer en él y entrar a su reino.

Tomado de:
Lecturas devocionales para Menores 2014
“En la cima”
Por: Kay D. Rizzo

Matinales relacionados

Saltando hacia lo desconocido

[soundcloud id=’183894720′] «Con mi Dios puedo escalar cualquier muro» (2 Samuel 22:...

Oración

[soundcloud id=’183692714′] Hoy vamos a realizar un viaje imaginario. Elige a una...

A un latido de distancia

[soundcloud id=’183539981′] «Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios» (Mateo...

Casas construidas sobre la roca

«El que me oye y hace lo que yo digo, es como...