“Porque el ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos” Salmo 91:11 NVI
Cada día se presenta único, diferente en nuestra vida. Cuando nos levantamos no sabemos cómo terminará. Desde que supe que los ángeles de Dios son nuestros guardianes y nos protegen, decidí encomendar mi vida, la de mi esposo y la de mi hijo a la protección de Dios y de sus ángeles.
Era un lunes de septiembre. Como todos los días, mi hijo partió rumbo a la universidad y, de paso, me dejó en el Instituto Boliviano de Rehabilitación, donde yo estaba haciendo sesiones de fisiokinesioterapia a causa de un problema en las rodillas. Antes de salir habíamos implorado el cuidado de Dios, teniendo en cuenta, además, que mi hijo empezaba una semana de exámenes.
Aproximadamente a las 9:00 sonó mi celular. La noticia me dejó muy inquieta: mi hijo había chocado con un taxi que se le atravesó en el camino. Él estaba muy nervioso y asustado. Era la primera vez que protagonizaba un accidente. Mi pensamiento se elevó inmediatamente a Dios y le rogué que lo cuidara. Mi muchacho trató de tranquilizarme, pero me dijo que la carrocería delantera del vehículo estaba bastante dañada.
Sabiendo que yo estaba en una sesión de terapia, me dijo que no me preocupara pues no había que lamentar daños personales. Tanto él como el conductor del taxi estaban ilesos. Como el tiempo corría y él debía llegar a la universidad a las 10:30 para rendir su examen, hizo llevar el auto a casa y se valió del transporte público para llegar a tiempo.
Yo estaba en una camilla, en plena sesión de terapia, y aunque no pude arrollarme agradecí al Señor por haber enviado a su ángel para proteger la vida de mi hijo. Seguramente no era la primera ni la única vez. Soy consciente de que movilizarse en la calle dejaba a mi hijo muy expuesto a todo tipo de peligros, pero los ángeles están allí, junto a él para protegerlo “en todos sus caminos”.
Querida amiga, solo cuando veamos al Señor y conozcamos a nuestro ángel sabremos de las muchas veces que alejaron de nosotros el peligro y salvaron nuestra vida. Doy gracias a Dios por el ministerio de los ángeles, y porque una de las tareas que hacen con más amor es protegernos de los peligros de cada día.
Lilian Galdo de Larico, Bolivia
Tomado de:
Lecturas devocionales para Damas 2014
“De mujer a mujer”
Por: Pilar Calle de Hengen
