miércoles , 23 abril 2025
Matinal Para Menores 2014

¿Yo dije eso?

«Hubo también falsos profetas entre el pueblo de Israel; y así habrá falsos maestros entre ustedes» (2 Pedro 2: 1)

17«¡Todo lo que se puede inventar, ya está inventado!» Este es el mensaje que el director de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos envió al presidente William Mckinley en 1889. De hecho, recomendó que cerrara la oficina.

En 1958, Thomas J. Watson, de la empresa IBM, predijo: «Creo que en el mundo hay mercado para quizás cinco computadoras». En 1896, el autor de una revista escribió: «La mayoría de la gente prefiere un motor de vapor fiable y que funciona correctamente a un inestable, inseguro, poco económico, peligroso y maloliente motor de gasolina». Un portavoz de la empresa Dai- mler-Benz Company (la abuela de Mercedes Benz) anunció en 1900: «Pro­bablemente habrá un mercado de no más de mil automóviles en Europa. Después de todo, el número de conductores que podrían manejarlos es li­mitado». En los siete años siguientes, Henry Ford vendió quince millones del modelo T

En 1903, un predicador vaticinó, refiriéndose al transporte aéreo: «Solo Dios y los ángeles pueden volar». Este profeta era Milton Wright, el padre de Orville y Wilbur, los primeros en volar.

«Nunca logrará nada», dijo un profesor de Munich haciendo referencia a uno de sus estudiantes de secundaria. ¿Sabes quién era aquel estudiante? Albert Einstein.

El padre de Thomas Edison lo llamó «cabeza hueca», y su primer profesor, «alelado». El mismo describió el fonógrafo, uno de sus inventos, como un descubrimiento «sin ningún valor comercial». En 1948, la pionera de la radio Mary Somerville auguró: «La televisión no durará mucho tiempo. Será visto y no visto». El redactor C. P Scott estaba de acuerdo con ella. En una oca­sión escribió: «¿La televisión? De la televisión no puede salir nada bueno. Para empezar, la palabra es medio griega y medio latina».

En diciembre de 1989, políticos de la Alemania Federal comentaron que el Muro de Berlín permanecería en pie aun después de que sus hijos y sus nietos fallecieran. Dos semanas después, el muro cayó.

Las predicciones van y vienen. Sin embargo, los sabios hijos de Dios solo prestan atención a aquellas que son conforme a la ley de Dios y al testimonio de la Biblia. Las demás desaparecen como una gota de agua en el océano.

Tomado de:
Lecturas devocionales para Menores 2014
“En la cima”
Por: Kay D. Rizzo

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