«Jesucristo murió por nosotros para que […] vivamos
juntamente con él» (1 Tesalonicenses 5: 10).
Hagamos la última página de nuestro libro sobre lo que no hay en el cielo ni habrá en la tierra nueva. Esta página mostrará que nadie estará solo. [Escriba «No habrá soledad» al final de la cuarta página.] Estoy pensando en una palabra triste. Te voy a dar una pista. A veces hacemos esto cuando la decimos. [Haga ademán de adiós con tristeza.]
En la vida siempre tendremos que decir adiós. A veces nuestros amigos se mudan a otro lugar y tenemos que decirles adiós. Una de las mejores cosas del cielo, y después en la tierra nueva, es que estaremos siempre con las personas que amamos. Nadie se irá lejos. Nadie morirá. Ya no tendremos que decirnos adiós. Pero lo mejor que ocurrirá en la tierra nueva es que estaremos con Jesús.
El pecado ya nunca más nos separará de él, porque allí no habrá pecado. El pecado no podrá alejarnos de las personas que amamos. Todos estaremos juntos para siempre. Dibujemos un cuadro de soledad. [Escoja oigo paro dibujar.] Ahora pongamos el símbolo de «prohibido» sobre nuestro cuadro. No habrá soledad en
e cielo.
Querido Dios, gracias porque todos estaremos juntos
en una tierra renovada. Amén.
Materiales: El librito que usted ha estado haciendo, lápiz o crayones.
Actividad: Finalizar la actividad del libro.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014
“¿Qué dice Jesús?” Rosanne C. Tetz
