«Has llenado mí copa a rebosar» (Salmo 23: 5).
Los israelitas debían ser un buen ejemplo porque eran el pueblo escogido por Dios. Debían mostrar a otras naciones cómo Dios quería que vivieran. Pero en vez de eso, a veces los israelitas siguieron los malos ejemplos de otros.
Como otras naciones tenían reyes, los israelitas también quisieron tener un rey. Aunque muchos de los reyes israelitas no dirigieron sabiamente al pueblo de Dios. Hubo algunos reyes que gobernaron muy bien a Israel, para que Israel fuera un buen ejemplo. David fue un buen rey.
¿Ves este vaso con agua? Algunos podrían pensar que está medio vacío. Otros, que está medio lleno. Si tú viste el vaso medio lleno eres optimista porque no te preocupaste por el agua que faltaba en el vaso. Te sentiste feliz por la que tiene.
David era optimista. Cuando era joven, sabía que Dios lo ayudaría a vencer al gigante. Cuando fue rey, sabía que Dios lo ayudaría a resolver los problemas y a ganar las batallas. David fue un buen ejemplo.
Si David viera este vaso con agua, se la tomaría y alabaría a Dios por lo deliciosa que está. ¡Nosotros también podemos hacerlo!
Querido Dios, gradas por todo lo que me das. Amén.
Materiales: Un vaso con agua o jugo, llénelo hasta la mitad.
Actividad: Tomarse el agua o el jugo.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014
«¿Qué dice Jesús?»
Rosanne C. Tetz