En el segundo día de la creación Dios hizo el aire. El aire está a nuestro alrededor. Voy a soplar un poco de aire con mi boca. Fíjate. ¿Pudiste ver el aire? No podemos ver el aire, pero está ahí.
Ahora mira esto. Voy a soplar aire en uno de estos globos. [Infle un globo. Compare el globo vado con el lleno.] ¿Cuál es el globo lleno de aire? No podemos ver el aire, pero podemos ver lo que hace. El aire llenó el globo.
No podemos ver el aire, pero a veces podemos sentirlo. ¿Puedes sentir esto? [Mantenga el globo al lado del brazo del niño y deje salir un poco de aire.] Podemos sentir el aire cuando se mueve. Puedes empujar aire hacia ti abanicándote. [Demuéstrelo.]
Podemos sentir el aire cuando hay viento. No podemos ver el viento soplar, pero si pudiéramos verlo, sería algo así. [Llene el globo otra vez, y suéltelo para que vuele alrededor de la habitación. Deje que el niño o busque, ínflelo de nuevo y deje que él lo suelte.]
Aunque nosotros no podemos verlo, el aire es importante.
Querido Dios, estoy contento porque hiciste el aire y el viento. Amén.
Materiales: Dos globos. Actividad: Jugar con aire y globos.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014 «¿Qué dice Jesús?» Rosanne C. Tetz