Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Éxodo 15:20 (RVR).
La hermana mayor de Moisés aparece en la Biblia como la jovencita inteligente, valiente, rápida de pensamiento y acción, que está cuidando de su hermano (cuando era un bebé) y le presenta a la princesa egipcia la idea de la nodriza hebrea.
El texto de hoy relata su segunda aparición importante en la Biblia. Dios acaba de mostrar su enorme poder abriendo el Mar Rojo y destruyendo al mayor ejército de la Tierra, y María guía musicalmente a las mujeres en su adoración.
Lamentablemente, la Biblia también nos presenta el capítulo 12 de Números. “María y Aarón empezaron a hablar mal de Moisés, porque éste se había casado con una mujer etíope» (Núm. 12:1, DHH).
Llama,la atención que el relato bíblico la mencione primero, pues en el resto de los pasajes en los que son mencionados (incluso en el mismo capítulo), siempre Aarón ocupa el primer lugar. Quizás este detalle nos revele que fue ella quien incentivó la crítica.
Moisés se había casado un buen tiempo antes; no fue por el casamiento que María y Aarón lo criticaron. Me parece que aquella idea de racismo que se teje por detrás de la crítica no es suficiente.
Una vez leí una idea que planteaba como motivo de estas murmuraciones familiares el hecho de que tanto María como Aarón habían perdido “poder» delante del pueblo por la presencia de la familia de Moisés.
La Biblia dice que Jetro le planteó una nueva estructura administrativa; que Moisés aceptó y puso en funcionamiento rápidamente. No me parece descabellado pensar que Jetro habló a su yerno motivado por algún comentario que su hija le hubiese hecho. Salir de la comodidad de la casa paterna para ir al desierto y no poder contar con su marido durante todo el día, según parecía, ningún día de la semana, me parece que era demasiado para Séfora. quien debió de haber pensando la forma para liberar a su esposo de algunas de sus actividades.
La creación de los jueces consiguió este objetivo. Pero, María y Aarón quedaron relegados.
Apenas una idea, una hipótesis; pero que nos acerca a uno de nuestros mayores problemas como seres humanos. No nos gusta ser segundos. Queremos nuestro «primer lugar» y, una vez que lo ocupamos, salir de él nos cuesta mucho. A veces, demasiado.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2014
“365 Vidas”
Por: Milton Betancor