El tiempo está pasando cada vez más rapido, los días vuelan frente a nuestros ojos. Hace unos días estábamos recibiendo el nuevo año y ya casi se nos acaba el primer mes. Tantos planes por hacer, tantos proyectos por cumplir y la rapidez de los días, poco nos permite concentrarnos en lo que debemos hacer para que cada proyecto sea una realidad, no cabe duda que el reloj en estos casos tiende a ser nuestro peor enemigo.
Para todos es importante renovar los propósitos y cumplir con los objetivos del nuevo año y ya que muy seguramente todos tenemos preparada nuestra lista de propósitos para este año 2014. Tomemos un tiempo para analizar cuántos de esos propósitos llevamos años intentando cumplirlos y cada vez que llega diciembre vuelven a aparecer en la lista de propósitos. Pasan los años y siguen sin ser realizados, siguen siendo sólo deseos que el corazón anhela.
Para algunos será triste pensar en todas esas cosas que se han prometido a sí mismos sin cumplir, pero este primer mes del año es importante para mirar hacia adelante y ver todo un papel en blanco listo para ser escrito. Este comienzo es importante para hacer una realidad lo que muchos años lleva siendo solo un sueño.
Es importante para corregir los errores del pasado, empezar a dar saltos de fe que nos permitan avanzar hacia la meta. Hubo muchas cosas que no hiciste, hubo otras que hiciste mal, pero Dios te está regalando una nueva página en blanco, un nuevo año lleno de oportunidades, un nuevo verano, una nueva primavera, un año listo para que tus metas y proyectos puedan ser sin lugar a dudas un hecho visible en manos de Dios.
Hoy es un dia para revisar nuestras proyecciones, para preguntarnos ¿Qué tan acorde se encuentran mis deseos con la voluntad de Dios? ¿Aprueba Dios lo que pienso hacer? ¿Será esto algo que me ayude a mantenerme en el que debe ser mi principal propósito, que es alcanzar la vida eterna?
No se que respuestas encuentres a estas preguntas, pero de algo si estoy segura y es que, si la respuesta es positiva, tienes un aliado, un socio, un compañero de batallas que luchará contigo hasta alcanzarlo.
En este día pidámosle a Dios que nos muestre la manera correcta de llegar junto a él a alcanzar nuestras metas y objetivos. Que vaya él delante de nosotros abriendo las puertas necesarias, que sea él el timón de este barco y que al final de este año, podamos leer nuestra página que ya no estará en blanco y glorificar su nombre por las grandes y maravillosas cosas que ha hecho realidad en nuestras vidas.