El cristiano necesita predicar de Jesús con su manera de vivir todos los días, sea o no popular. En los días de Isaías, el pueblo de Dios clamaba: “¡No tengan más visiones! […] ¡No nos sigan profetizando la verdad! Dígannos cosas agradables, profeticen ilusiones” (Isaías 30:10) esta actitud se aplica a los cristianos de hoy. La gente tiende a rechazar aquello que la incómoda. Quieren oír cosas que les afirmen en su estilo de vida y simplemente les hagan sentir bien. Por ejemplo, muchos líderes religiosos caen en la trampa de consentir a sus miembros cualquier cosa en un esfuerzo por ser aceptados. Esto es una manera errada del cristianismo de Jesús.
¿A quién tratas de complacer cuando vas a la iglesia? Entonces, te digo una cosa: nunca podrás complacer a todos todo el tiempo. Por lo tanto, no es complacer a los demás miembros que de la iglesia lo que necesitas, sino tomarte cada día del brazo poderoso Jesús. Solo debes de esforzarte únicamente por complacer a Dios; y “lo demás será añadido” dice el Señor Jesús. Con nuestra manera de vivir podemos predicar mensajes que molesten e incomoden a otros. Pero, que conforten a los débiles, perturbados y necesitados.
Hemos recibido un mensaje precioso de parte de Dios para nuestras vidas que debe ser proclamado en nuestro diario vivir a toda la gente a nuestro alrededor. El cristiano no ha sido comisionado para cualquier cosa, sino para predicar el evangelio eterno con su manera de vivir todos los días hasta que Jesús vuelva, y como resultado de esto, tener la grande experiencia de la vida eterna. Esto implica una comprensión integral de la Biblia.
El evangelio eterno significa que Dios ha estado involucrado activamente en nuestra salvación desde el principio de los tiempos. Jesús está presente desde las primeras páginas de la Biblia. Por lo tanto, decir que el Antiguo Testamento simplemente es un viejo pacto y el Nuevo Testamento es un nuevo pacto diferente que no se relaciona con el Antiguo Testamento, es una manera errada de pensar. El Antiguo Testamento anticipa su primera venida. El Nuevo Testamento hace la crónica de su nacimiento, vida, muerte y, sobre todo, su intercesión por nosotros allá arriba en los cielos. En las mansiones celestiales. El cristiano simplemente debe aceptar y obedecer lo que está escrito.
Existen muchos cristianos que descuidan estas preciosas verdades en función de lo trascendental. Y aun así, ¿Podría haber algo más importante que lo que Jesús está haciendo hoy día allá arriba en los cielos por cada ser humano? El juicio ha comenzado; ¡Un juicio que es “en favor de todos los santos”! (Daniel 7: 22).
Las buenas nuevas del evangelio, del evangelio eterno de Dios; no terminan con una orden de hacer discípulos a todas las naciones; sino que se construyen a partir de las revelaciones a lo largo de la Biblia. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Palabra de Dios proclama la última etapa del ministerio de Cristo antes de nuestra salvación. Escapar de nuestra tarea como seguidores de Cristo no es mera negligencia ni ignorancia, es pecado. Proclamar un mensaje tal, demanda preparación en nuestra manera de vivir. Ningún sitio de internet ni ninguna biblioteca puede preparar a un cristiano tan bien como lo haría una sincera cercanía al Señor a través del estudio de las escrituras con oración, ruego y suplica sincera.
El desafío de hoy:
1. Pide a tu iglesia que te sostenga con sus oraciones.
2. Ora para que cada miembro de tu iglesia se comprometa a escuchar la Palabra de Dios de modo que los planes de tu iglesia se asemejen cada vez más a los planes de Dios en las Escrituras.
3. Ora por la salud Espiritual de cada uno de los miembros de tu iglesia: niños, jóvenes, adultos, ancianos…
“Recuérdate, esto es necesario practicarlo todos los días hasta que Jesús vuelva”