Lugar: Japón
Palabra de Dios: 1 Juan 2:25
-¡Feliz cumpleaños, señor Izumi!
El anciano respondió saludando con la mano. Era el 29 de junio de 1985, y sus amigos y familiares estaban pasando a saludar a Shigechiyo Izumi para desearle un feliz cumpleaños.
Esta no era una fiesta común de cumpleaños. De acuerdo con los informes del censo, el señor Izumi había nacido en 1865. Si el señor Izumi hubiera tenido una torta de cumpleaños, habría tenido muchas velitas que encender: 120. Probablemente, era el hombre de más edad en todo el mundo, en esa época.
¿Puedes imaginar lo que es vivir tanto tiempo? Durante los 120 años de su vida, se inventaron muchas cosas nuevas, como la luz eléctrica, las computadoras, Internet, y electrodomésticos que nosotros damos por sentado, como el teléfono, el aire acondicionado, los tostadores y los hornos a microondas. Había estado vivo cuando se hundió el Titanic, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y cuando el hombre llegó a la luna por primera vez.
Hoy, gracias a los avances de la medicina y el aumento del conocimiento acerca de la salud y el estilo de vida, las personas viven más tiempo. El promedio de vida está entre los 70 y los 80 años, en los países desarrollados. Pero, todavía estamos muy lejos de vivir tanto tiempo como vivían las personas antes del diluvio. Génesis 5 nos informa que Adán vivió 930 años; Set vivió 912 años; Enós vivió 905 años; Cainán, 910 años; y la lista continúa.
Pero, vivir aún más de 900 años palidece en comparación con vivir eternamente. Eso es lo que Dios promete a sus hijos. No cientos de años o miles de años; ni siquiera millones de años, sino para siempre. Eternidad. «Ésta es la promesa que él nos dio: la vida eterna». Sí, Dios quiere pasar la eternidad contigo y conmigo.
Tomado de: Meditaciones Matinales para Menores 2013
“En algún lugar del mundo”