Para que tus días se alarguen
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Ha estado a tu lado desde que tienes memoria, recuerda todos los detalles de tu vida, te cuenta anécdotas del pasado y ríe pensando en lo hermoso que fue verte crecer. Es incondicional ante cualquier situación, a pesar de sus reprensiones, muy disimuladamente alcahuetea todo lo que haces. Quiere que seas el mejor en todo y aunque te equivocas miles de veces, es tu fan número uno. Sabe perdonarte cada una de tus malas acciones y no importa cuántas veces le falles, su amor por ti no cambia. Seguramente te da cantaleta todo el tiempo y a su manera te presiona por que quiere lo mejor para ti. Sí, es tu mama y la mía también es igual; algunos no tienen la oportunidad de compartir con su madre biológica pero todos de una u otra manera tuvimos a esa persona que se encargó de amarnos y entregarnos lo mejor de si para que hoy seamos lo que somos.
Normalmente pasa el tiempo y olvidamos que el amor de nuestros padres es un regalo del cielo. No nos aman por que sea su deber, nos aman porque somos su herencia, somos parte de ellos mismos. Nos aman no por quienes somos sino simplemente porque somos y de la manera más sencilla y a la vez complicada, sufren con nuestros sufrimientos, gozan con nuestras alegrías y comprenden cada una de nuestras luchas aunque no lo parezca, simplemente porque quisieran transferirnos su experiencia de manera inmediata para evitarnos cometer sus mismos errores.
Muchas veces como hijos nos falta compresión, y amor hacia esos seres maravillosos que además de darnos la vida, han dado sus vidas para que seamos lo que hoy somos. Qué mejor ejemplo del maravilloso amor de Dios. Nos ama de manera incondicional y sin medidas, conoce todos y cada uno de nuestros secretos y nosotros muchas veces somos ingratos a esa manifestación infinita de entrega. «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da» Exodo 20: 12. El mandamiento con promesa, si honras a tus padres terrenales, sera mucho más fácil honrar a tu padre que está en los cielos, y muy seguramente aceptarás su amor y recibirás el hermoso regalo de la vida eterna.
Esos seres hermosos que Dios colocó en tu camino para ser tus padres merecen ser honrados, merecen tu amor, merecen que los cuides y los protejas, merecen paciencia, merecen que su opinión sea tomada en cuenta, merecen ser respetados, merecen ser tratados como padres. Y así como Dios lo prometió, lo cumplirá y tus días en la tierra que Jehová tu Dios te dará se alargarán.
Escrito por: Jazmin Barros
Narrado por: Jazmin Barros
