Lugar: Estados Unidos
Palabra de Dios: Génesis 1:1-4; Salmo 19:1
En diciembre de 1968, los Estados Unidos lanzaron el Apolo VIII, que entró en órbita alrededor de la luna. Fue la primera misión tripulada que logró esto. A bordo, iban tres astronautas: William Anders, Jim Lovell y Frank Borman. La misión llevó siete días, e incluyó diez vueltas alrededor de la luna.
¿Puedes imaginar lo que habrá sido ver la Tierra desde una distancia tan lejana? Los tres astronautas filmaron la Tierra y la luna, para transmitirlo por televisión. Y, mientras transmitían las imágenes, William Anders declaró: «Para todos los habitantes de la Tierra, los tripulantes del Apolo VIII, tenemos un mensaje que queremos enviarles».
Y entonces comenzó a leer Génesis 1: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: ` ¡Que exista la luz!’ Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas».
Jim Lovell continuó leyendo el relato de la Creación. Frank Borman también leyó algunos versículos, antes de agregar: «Y la tripulación del Apolo VIII cerramos, deseándoles buenas noches, buena suerte y ¡feliz Navidad! Dios bendiga a todos; a todos ustedes, en la buena Tierra».
Cuando Anders, Lovell y Borman vieron la asombrosa escena desde el espacio exterior, no fue sorprendente que sus mentes se volvieran al Creador. Después de todo, «Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos».
Tomado de: Meditaciones Matinales para Menores 2013
“En algún lugar del mundo”