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Muchos de los inconvenientes que se presentan hoy en los noviazgos, familias, empleos etc., son en gran parte ocasionados por no establecer y asumir prioridades correctas en nuestras vidas, algunos nos centramos demasiado en el trabajo, olvidando a la familia y en cambio otros, olvidan las responsabilidades laborales por permanecer en una constante preocupación por mantenerse relajados.
Es muy cierto que el equilibrio es importante, pero sin darnos cuenta la vida va tornándose tan sutilmente ocupada que ni siquiera nos damos cuenta en que momento olvidamos que no todo lo urgente es necesariamente lo más importante. Quizá tu estado no es tan crítico como el de muchos, pero los más pequeños síntomas hoy pueden ser la alerta que anuncia que dentro de unos cuantos años muy probablemente desearas haberle dado a cada cosa su lugar.
Nuestra relación con Dios es víctima de nuestras malas decisiones respecto a las prioridades, ¿Cuántas veces has atendido primeramente cosas superficiales antes que darle a Dios el lugar que merece en tu vida? Lastimosamente a todos nos sucede, no es fácil, aunque debería serlo, decidir entre si te arrodillaras a orar y apartar en este día un espacio exclusivo y sustancioso para Dios o si te ocupas de trabajar hasta tarde cuando en realidad lo necesitas.
Sé que si miramos en nuestros corazones encontraremos que la mayoría desea de verdad tener encuentros diarios con Dios, fortalecer la vida espiritual y crecer en la gracia de Cristo, pero simplemente no sucede, y esto es porque aunque es algo que deseamos mucho, no lo deseamos lo suficiente como para darle el primer lugar en nuestras vidas. Dejamos nuestra relación con Dios para la última hora del día, justo cuando tienes sueño, justo cuando te invitan a salir tus amigos, justo cuando todo está listo para que todo sea más urgente que estar a solas con Jesús. Y luego en una rápida oración antes de dormir le decimos, “Señor quise hoy estar contigo pero pasaron tantas cosas, mañana nos encontraremos” y mañana se convierte en pasado mañana, y pasado mañana se convierte en la siguiente semana, y luego perdimos la cuenta.
Si algo garantizará el éxito de tu vida espiritual, será que Jesús sea lo primero en tu vida y esta es una decisión que solo tú puedes tomar. Hoy es un día para darle a cada cosa el lugar que se merece, y yo sin temor a equivocarme puedo asegurar que Dios merece en tu vida el primer y el mejor lugar. Lugar que, aunque él merece, decide aún así bendecirte y asegurarse de que nunca nada te falte si lo haces a el lo primero en tu vida. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Escrito por: Jazmin Barros Navarro
¿Confías en Dios?
Narrado por : Jazmin Barros Navarro
