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La mayoría de las personas usualmente nos esforzamos por trazar metas para nuestras vidas, tenemos planes y sueños, queremos llegar lejos, dejar una huella, ser exitosos; casi todos tenemos en nuestra mente algo que sin lugar a dudas, nos encantaría que dejara de ser un sueño y se convirtiera en realidad, pero aunque casi todos compartimos ese mismo deseo, la mínima parte se encarga de luchar y esforzarse por cumplir esos sueños, y de esa mínima parte la mitad lo hace con el fin equivocado.
Cuando trazamos la ruta para caminar hacia nuestro objetivo final es normal que más de una vez nos encontremos con fracasos parciales. Es normal que a nuestro alrededor aparezca más de un pesimista para decirnos lo poco probable que será alcanzar la meta. Es normal que las circunstancias se coloquen difíciles, algunas veces muy difíciles, pero justo después del momento en que crees que se acabaron las fuerzas, justo después de que parece que todo ha terminado, se encuentra la puerta del éxito. En ese grupo de personas que llegan a esa puerta hay muchas que alcanzaron el éxito pero que, lastimosamente han fracasado. Durante el camino olvidaron la esencia de vivir, la esencia de disfrutar lo simple y sencillo de la vida, la esencia de despertar cada mañana agradecido por lo que inmerecidamente tienes, y digo inmerecido porque en nuestra condición de pecadores nada de lo que hagamos, ni lo duro que trabajemos, ni lo bueno que seamos haciendo algo nos podrá hacer merecedores ni siquiera de la vida que tenemos. Tu vida y mi vida es resultado del maravilloso regalo de Jesús en la cruz.
Si fuera necesario que hicieras un resumen de tu vida, ¿qué podrías decir hasta hoy? ¿Has luchado por tus sueños? ¿Estás justo en el camino hacia ellos? ¿Has olvidado lo que es importante? ¿Vives o sobrevives? Mi invitación para ti el día de hoy es a que no te rindas, a que avances sin miedo hacia tus sueños. No permitas que los momentos difíciles te desanimen, no permitas que los pesimistas acaben con tus anhelos y ganas de seguir, pero también, a que nunca olvides que tu vida es vida por el gran Amor de Cristo Jesús. Que por más que te esfuerces, ningún esfuerzo valdrá la pena si Jesús no va de tu lado, que aunque todo en esta tierra sea pasajero Dios tiene planes grandes para ti, y desea hacerlos realidad, por lo tanto emprende tu carrera hacia tus sueños, pero nunca olvides que el sueño más grande de Dios para ti es que obtengas la vida Eterna, esa vida eterna que él Entregó para ti.
Escrito por: Jazmin Barros Navarro
¿Confías en Dios?
Narrado por : Jazmin Barros Navarro
