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¿Esta su familia remontándose sobre las nubes ahora mismo, o se hallan ustedes a baja altura por el peso de actividades, compromisos y adquisiciones?
Mi amigo Dermis Rainey cuenta la historia del Double Eagle Two, el primer globo de aire caliente que cruzó el océano Atlántico. Los hombres que pilotaban el magnífico aparato tomaron un corredor de aire que los llevó directo a través del Atlántico. Pero cuando estaban cerca de las costas de Irlanda, entraron en una densa capa de nubes, y comenzó a acumularse hielo en el exterior del globo, perdieron altura, y descendieron de 6.000 a 3.000 metros en cuestión de horas.
La tripulación hizo todo lo que pudo por salvar el globo. Arrojaron las cámaras de video, raciones de alimento, y aun un planeador con el cual habían pensado aterrizar. A una altura como de 1.200 metros, informaron por radio la ubicación en que se hallaban, y entonces echaron por la borda los equipos de radio. Finalmente, a 9000 metros de altura, salieron a la luz del sol. El hielo se desprendió en láminas, y el gran globo se elevó y lograron llegar a Francia.
Algo similar a esta trayectoria se repite en los hogares hoy. El «globo de la familia» está sobrecargado de responsabilidades, presiones, obligaciones, planes y enredos. Más y más actividades son recibidas a bordo, lo que hace que el globo se tambalee y pierda altura. Muchos se estrellan en el mar antes de reconocer que necesitan aligerar la carga.
Hay tiempo para reducir, simplificar, decir no, y permanecer más en el hogar. Entonces podemos remontarnos por encima de las nubes, libres y no impedidos por las cosas que pesan y nos llevan hacia abajo.
Escrito por: Dr. James Dobson
El corazón del Hogar.
Narrado por: Mario Palafox Martínez
