Palabras al corazón Para el: 26 agosto
[soundcloud id=’107244638′]
El que haya criado un pequeñín probablemente se haya enfrentado en algún momento con una rabieta de mal genio en pleno desarrollo. Su furia es algo que asombra, siendo que proviene de un niño que pesa sólo 11.3 kg. Usualmente una mano firme hará desistir de ese comportamiento violento, pero no siempre. Algunos niños arman rabietas con el propósito definido de provocar y manipular a los grandes y poderosos adultos que ejercen el mando.
Conocí una familia, por ejemplo, que tenía un niño de tres años que todavía armaba las más terribles rabietas cuando no se salía con la suya. Se arrojaba al piso, pateaba, gritaba, escupía y lloraba. Sus padres habían hecho todo lo que sabían para poner fin a las rabietas, sin resultado.
Una noche, estaban leyendo el periódico cuando el pequeño solicitó algo de ellos. Ellos no se movieron con la rapidez deseada, y el niño armó una de sus violentas pataletas. Por la exasperación, ya que los padres no sabían qué más hacer, no hicieron nada. Simplemente continuaron leyendo. El niño se indignó por la insensibilidad de ellos. Se levantó, fue hacia su madre, tiró de su brazo, y de nuevo cayó al piso gritando. Todavía ninguno de los padres reaccionó. Entonces se acercó a su padre y golpeó el periódico antes de entrar en otro arrebato. En este punto, mamá y papá observaban con disimulo para ver qué sucedería, pero permanecían impasibles. Este niño se sintió tan ridículo y tonto al armar rabietas de mal genio sin que nadie le hiciera caso, que nunca más armo otra rabieta.
La próxima vez que su pequeñín quiera dar un espectáculo, pruebe no hacer nada. Esto dio resultado a lo menos en un caso que yo conozco bien.
Escrito por: Dr. James Dobson
El corazón del Hogar.
Narrado por: Mario Palafox Martínez
Mar 17, 2025 0
Mar 17, 2025 0
Mar 17, 2025 0
Mar 17, 2025 0
Abr 14, 2015 0
Dic 18, 2014 1
Dic 14, 2014 0
Dic 07, 2014 0