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Hace mucho tiempo una niña de 4 años de edad llamada Sandra Louise Doty se hallaba sentada en una banqueta en una florería mientras su abuela hacía arreglos para los clientes. Mientras la abuela y la nieta charlaban, la niña comenzó a exponer el concepto que ella tenía de una abuela. La anciana escribió las palabras de Sandra, que han sido citadas alrededor del mundo. Sandra es ahora la señora de Andrew De Mattia, y nos ha dado permiso para compartir con usted su composición original titulada: «¿Qué es una abuela?».
La niñita dijo: «Una abuela es una señora que no tiene niños propios, por eso les gustan las niñitas de otros. Un abuelo es una abuela hombre. El anda con los muchachos, y hablan de pescar, de tractores y cosas como ésas.
Las abuelas no tienen que hacer otra cosa que estar allí. Son viejas, por eso no deben jugar agitadamente, ni correr. Es suficiente si nos llevan en auto al mercado donde está el caballito de juguete, y tienen muchas moneditas a la mano para que el caballito se mueva o sí nos llevan a caminar, han de ir despacito al pasar junto a cosas como hojas bonitas u orugas. Ellas nunca nos han de decir que nos apuremos.
»Suelen ser gordas, pero no tan gordas que no les puedan amarrarlos zapatos a los niños. Usan espejuelos y ropa interior rara. Pueden quitarse los dientes y las encías. No tienen que ser inteligentes, sólo contestar preguntas como por qué los perros se comen a los gatos y por qué Dios no se ha casado. No hablan imitando a los bebés como hacen las visitas, porque eso es difícil de entender. Cuando nos leen algo, no omiten porciones ni les importa si es una historia repetida».
Entonces ella concluye: «Todos debieran tratar de tener [una abuela], especialmente el que no tenga televisor, porque las abuelas son los únicos adultos que tienen tiempo».
Sandra nos ha dicho lo que los niños aprecian más en los adultos: que sea amable, que aprecie las cosas más buenas de la vida y que no estén demasiado ocupados para amar a un niño.
Escrito por: Dr. James Dobson
El corazón de Hogar.
Narrado por: Mario Palafox Martínez
